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Enfrentando los riesgos al cambio climático en el marco de la cooperación regional caribeña, ejemplo de caso

Por Dr. Víctor Manuel López López
National Polytechnic Institute (Mexico)
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Introducción.
Los impactos del cambio climático y los efectos de la huella ecológica en los países de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) representan una larga lista de amenazas que afectan a centenares de comunidades de las costas de nuestra región y, por tanto, también a nuestra existencia; las cuales van desde la crisis climática representada acentuadamente por huracanes o sequías hasta la destrucción de la biodiversidad, pasando por la acidificación y el incremento del nivel medio del mar.
Las naciones más pobres de nuestra región caribeña, sin dinero y bienestar, siguen siendo las más amenazadas para poder insertarse en el mundo. Ante esta cruda realidad, se impone una cooperación regional más equitativa, eficiente y verdadera.

Cooperación regional para enfrentar el cambio climático en el marco del desarrollo sustentable.
La sustentabilidad y la equidad del desarrollo humano en nuestras naciones se enlazan cuando pensamos en los recursos naturales que nos provee la región para el desarrollo intertemporal de la población. Esa intertemporalidad significa que para que el desarrollo sea sustentable, es necesario que no solo beneficie a la generación actual, sino que también proteja los recursos y los derechos de las futuras generaciones, es decir, las responsabilidades intergeneracionales para  preservar  la capacidad reproductiva de los recursos. No tomar en cuenta estas dimensiones Puede incrementar las desigualdades existentes, además de incrementar las brechas entre los habitantes de hoy y los del futuro, al permitir que algunos grupos se beneficien en el corto plazo, mientras que las consecuencias negativas recaigan desproporcionadamente en comunidades de mayor vulnerabilidad. La idea del  desarrollo humano sustentable pone en el centro a las personas de hoy y las del futuro: es una idea que contempla los estándares de vida actuales, así como la preservación de recursos y oportunidades para las generaciones futuras.

Las preocupaciones sobre desigualdades intertemporales y actuales tienen un papel importante frente a desafíos como el calentamiento global y el cambio climático, y sus impactos producto del consumo y la gestión de los recursos naturales.

En la actualidad, los impactos adversos del cambio climático cada vez más frecuentes, potentes y destructivos, afectan de manera desproporcionada a las comunidades empobrecidas. Tales como las poblaciones en vulnerabilidad que suelen residir en áreas propensas a eventos climáticos extremos de la región, tales  como huracanes, inundaciones o sequías, que suelen causar pérdidas de hogares, infraestructura, medios de subsistencia y acceso a recursos básicos como el agua potable y los alimentos.

Estos efectos regresivos aumentan desigualdades existentes y crean lo que la ex primera ministra de Barbados Mia Mottley ha llamado, acertadamente, “una doble injusticia”, pues los habitantes de los actuales países menos desarrollados tienen que pagar los efectos del cambio climático, lo que a su vez es el resultado de las emisiones provenientes del desarrollo industrial de los países más ricos.

Tomar conciencia de este escenario común y actuar en consecuencia, podría redundar en una cooperación más amplia e integral para la región de la AEC.

Actualmente existen ejemplos de cooperación exitosas en nuestra región, pero que son restringidas a determinados países, con carácter bilateral o sectorizadas, los cuales podrían cambiar esa concepción para ser extensivos a toda la región, mediante acuerdos para que así lo fuesen.

Ejemplo de cooperación regional caribeña que pudiera extenderse.
A manera de ejemplo de esa posible y conveniente ampliación de iniciativas de cooperación diseminadas por el caribe, se cita en este artículo la cátedra México-Jamaica (Visiting Chair Mexico-Jamaica). La cual consiste en mejorar el conocimiento sobre México dentro de la sociedad de Jamaica y su comunidad académica, y viceversa, así como fomentar los intercambios y la cooperación entre las instituciones de educación superior mexicana y jamaicana. Para este fin, la Cátedra México se convoca anualmente para apoyar y realizar actividades tales como investigación, docencia, análisis y difusión de información sobre México en el área especial de conocimiento de la Cátedra.

El autor de este artículo fue seleccionado por la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), para viajar y participar en dicha Cátedra   en el año 2020, con el tema de Disaster Risk Management, con énfasis en riesgos derivados del cambio climático, que es la especialidad del suscrito.

En forma abreviada, se comenta que como representante de México en Jamaica realicé la estancia haciendo sede en The University of the West Indies (UWI) Campus Mona, en Kingston, la cual había sido proyectada para tener una duración de seis semanas, pero por el inicio de la pandemia por COVID-19 solo se cubrió parcialmente, optimizándose el tiempo en Jamaica mediante la realización de presentaciones de los fenómenos del calentamiento global, cambio climático, adaptación a los impactos del cambio climático, visita a zonas recién siniestradas por huracanes y su rehabilitación, charlas con estudiantes de pre grado y posgrado e intercambio de puntos de vista profesionales e ideas y materiales con funcionarios de varias facultades de la UWI.

Finalmente, el compromiso del tiempo proyectado de seis semanas interrumpido por la pandemia, se completó con una videoconferencia magistral sobre cambio climático en la región caribeña que ofrecí desde México, la cual fue transmitida por la red de televisión de la UWI a todas sus unidades académicas.

Además de este ejemplo, otras iniciativas conjuntas para la cooperación y la integración regional pudieran ser las siguientes:

- Creación de una Escuela Internacional de Investigación: sería un programa en línea diseñado específicamente para brindar capacitación en investigación a interesados ​​en realizar estudios universitarios de pregrado y posgrado en cualquier disciplina disponible en los países de la AEC.

- Cursos de idiomas: cursos presenciales de inglés y español  durante ocho semanas.

- Cursos específicos sobre educación ambiental para enfrentar al calentamiento global y al cambio climático en el ámbito local.

- Procedimientos de resiliencia ante desastres en el medio ambiente construido y otras infraestructuras (impactos por sismos y cambio climático). 

- Master Dual: serían cursos con enfoque en alianzas internacionales, en los que los estudiantes tomarían un año en módulos impartidos en sus universidades de origen, seguidos de proyecto de investigación durante otro año en universidades mexicanas, que incluirían un mínimo de tres meses de prácticas en la industria y/o en comunidades.

- Prácticas internacionales: los estudiantes internacionales podrán realizar una pasantía en los países seleccionados de unas 500 horas, durante un lapso de   tres-seis meses, en cuyo tiempo realizarían un amplio conjunto de actividades, según la oferta de los países de la AEC.

- Algunas otras actividades conjuntas podrían extenderse a disciplinas tales  como medicina, derecho internacional, programas sociales y deportes.

-Otros cursos en línea: según necesidades y temas propuestos por los países interesados.

A manera de conclusión.
Como profesor universitario, considero que los programas de cooperación sustentable de los  países de la Asociación de Estados del Caribe deben privilegiar a estudiantes y jóvenes que están deseosos de participar en acciones transculturales, en quienes se deberá inculcar el desarrollo del respeto por la diversidad cultural que propiciarían un ambiente diferente al cotidiano al que están acostumbrados, mediante la interacción social, la práctica de otros idiomas, y el  desarrollo personal, que hoy día son requerimientos para la ciudadanía global transformadora que busca interrelacionarse con el mundo.