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13 de junio de 2025

Al margen de la Cumbre Brasil–Caribe, celebrada en Brasilia, la Secretaria General de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), Embajadora Noemí Espinoza Madrid, sostuvo una reunión bilateral con el Presidente de la República Federativa del Brasil, S.E. Luiz Inácio Lula da Silva, marcando un punto de inflexión en la consolidación de una alianza estratégica entre Brasil y el Gran Caribe.

Durante el encuentro, ambas partes reafirmaron su compromiso de trabajar juntas para fortalecer los lazos de cooperación entre América Latina y el Caribe, reconociendo el papel clave que Brasil puede desempeñar como socio estratégico para amplificar la voz del Gran Caribe en el escenario internacional y avanzar hacia un orden global verdaderamente multipolar, justo y centrado en las personas.

La Secretaria General destacó la importancia del Acuerdo Básico de Cooperación Técnica firmado entre la AEC y la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) en enero de 2025 como una herramienta concreta para el desarrollo de proyectos multinacionales de alto impacto, en áreas como la reducción del riesgo de desastres, el desarrollo sostenible y, en particular, la gestión del sargazo, uno de los desafíos ambientales más urgentes que enfrenta el Gran Caribe.

“Este acuerdo representa más que un marco de cooperación: es un camino concreto para activar una cooperación Sur–Sur transformadora, fortaleciendo las capacidades regionales, consolidando el papel de liderazgo de la AEC y contribuyendo a mejorar la vida de las personas en nuestros territorios”, afirmó la Secretaria General.

La reunión adquiere especial relevancia en el contexto de la próxima COP30, que se celebrará en Belém, Brasil, donde los esfuerzos se centrarán en avanzar en una agenda climática compartida basada en la justicia ambiental, la cooperación entre iguales y la defensa de los bienes comunes, como el Mar Caribe. En este sentido, la COP30 será una plataforma clave para lanzar un proyecto estratégico sobre la gestión del sargazo, demostrando la capacidad de la región para coordinar iniciativas estratégicas del Gran Caribe con impacto global.

Durante la Cumbre, una de las necesidades urgentes identificadas fue la importancia de garantizar que los compromisos anunciados por instituciones financieras regionales, como CAF, se traduzcan en inversiones concretas y efectivas. Solo a través de financiamiento tangible podrá la región avanzar en proyectos que transformen vidas y conviertan la voluntad política en resultados reales.

La Secretaria General también reconoció el compromiso activo del Presidente Lula, quien participó en todas las sesiones de la Cumbre, reafirmando con su presencia la determinación de Brasil de construir puentes sólidos con el Gran Caribe, desde el diálogo político hasta la cooperación práctica.

Asimismo, reiteró la disposición de la AEC para seguir construyendo una relación a largo plazo con Brasil, basada en una identidad compartida, la integración latino-caribeña y el compromiso colectivo con una región más resiliente, unida y soberana.

Este encuentro reafirma una visión compartida: que el Caribe y América Latina no están destinados a transitar caminos separados, sino a impulsar una transformación regional que amplifique la voz del Sur Global y ponga a las personas en el centro. Porque el Gran Caribe no es una periferia: debe ser el corazón palpitante de acciones conjuntas que conviertan la voluntad política en resultados tangibles, capaces de transformar la vida de los pueblos de esta gran región.