Día de la Tierra 2023 - 22 de abril de 2023

Mapa mundial con datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica que muestra en naranja y rojo las zonas en las que las temperaturas han superado la media a largo plazo. Fotografía: Universidad de Maineg-term average. Photograph: University Of Maine

Día de la Tierra 2023

22 de abril de 2023

El Día Internacional de la Tierra se conmemora el 22nd de abril para honrar a nuestro planeta. Desde 1970, este acontecimiento ha animado a generaciones de personas a organizar actividades para promover prácticas de conservación y preservación de la Tierra, aunando esfuerzos con actividades originales.

Este 2023 es el año de actuar e invertir en nuestro planeta. La Tierra es nuestro hogar común y cada uno de nosotros necesita un medio ambiente sano para mantener nuestros puestos de trabajo, medios de vida, salud y supervivencia, y felicidad. Tenemos que reorientar nuestra atención para crear iniciativas que nos ayuden a reparar nuestro planeta, proteger a las especies que viven en él y ofrecer oportunidades para todos.

Por su situación geográfica, la Región del Gran Caribe es una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta y una de las más susceptibles a los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Este año, existe una creciente preocupación por el nuevo récord máximo de la temperatura de la superficie del océano, que se salió de los gráficos.

Se insta a promover la financiación sostenible, las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) y la resiliencia climática basada en la adaptación. La financiación y la inversión sostenibles se están convirtiendo en un tema cada vez más vital para la Región del Gran Caribe. A medida que tratamos de desarrollar nuestras economías al tiempo que protegemos nuestro medio ambiente y nos adaptamos al cambio climático, es crucial que encontremos formas de financiar iniciativas de desarrollo sostenible que puedan ayudarnos a alcanzar este doble objetivo.

En esencia, la financiación sostenible implica la integración de factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en las decisiones de inversión. Esto significa considerar no sólo el rendimiento financiero de una inversión concreta, sino también el impacto potencial que puede tener sobre el medio ambiente y la sociedad en general.

En el Gran Caribe, la inversión sostenible ha adquirido una nueva urgencia en los últimos años. A medida que nos enfrentamos a los efectos del cambio climático, desde la subida del nivel del mar hasta fenómenos meteorológicos más frecuentes y graves, debemos encontrar formas de financiación que nos ayuden a adaptarnos a estos efectos. Al mismo tiempo, también debemos tener en cuenta el impacto social y económico de nuestras inversiones, especialmente en las comunidades vulnerables que pueden estar recuperándose de incidentes anteriores, considerando la reducción del riesgo de catástrofes.

Una iniciativa notable para cambiar la forma de ver las inversiones en el Gran Caribe con el fin de aumentar la resiliencia es la Iniciativa de Bridgetown, encabezada por Barbados como vía para reformar la financiación en situaciones de catástrofe y proteger a los países frente a las consecuencias del cambio climático. A través de esta iniciativa, el sistema financiero mundial apoyaría más a los países vulnerables que requieren respuesta y recuperación en caso de catástrofe. Las medidas propuestas pretenden evitar que los países en desarrollo sufran crisis de deuda paralizantes cuando el ritmo de las catástrofes supere al de la recuperación.

La iniciativa fomenta la inclusión de cláusulas de reducción del riesgo de catástrofes y pandemias en todos los instrumentos de deuda, lo que obligaría a suspender temporalmente (2 años) el pago de intereses de la deuda de un país afectado por una catástrofe climática. Esto liberaría recursos monetarios inmediatos para los países afectados. La iniciativa también propone que el dinero destinado a la recuperación no se conceda en forma de préstamos, sino de subvenciones por "pérdidas y daños". La razón es que, ante catástrofes de este tipo, los métodos actuales de financiación de la deuda resultan inadecuados, ya que se suman a los montones de deuda de unos países que, por lo general, ya están muy endeudados.

Más allá de la Iniciativa de Bridgetown, hay otros esfuerzos en marcha en el Gran Caribe para promover la financiación sostenible. Por ejemplo, el Banco de Desarrollo del Caribe (BDC) puso en marcha en 2015 el programa Energía Sostenible para el Caribe Oriental (SEEC), un fondo fiduciario de múltiples donantes y un mecanismo de subvenciones que concede préstamos y subvenciones para abordar cuestiones de seguridad energética.

Estos esfuerzos son un paso importante hacia la construcción de un futuro más sostenible para el Gran Caribe. Al integrar los factores medioambientales y sociales en las decisiones de inversión y movilizar financiación para iniciativas de desarrollo sostenible, podemos contribuir a crear una región más resistente y próspera para las generaciones venideras.

En conclusión, la movilización es fundamental para la región del Gran Caribe, especialmente cuando tratamos de adaptarnos a los efectos del cambio climático. La Iniciativa de Bridgetown y otros esfuerzos similares son esenciales para movilizar la financiación de proyectos de infraestructuras sostenibles que puedan contribuir a aumentar la resiliencia de nuestras comunidades y a proteger nuestro medio ambiente. Debemos seguir dando prioridad a la financiación sostenible en nuestras decisiones de inversión si queremos lograr un futuro más sostenible para el Gran Caribe.

La AEC, como organización de "consulta, cooperación y acción concertada" busca lograr una mayor cooperación e iniciativa en esta materia a través de su Plan de Acción 2022-2028. La preservación y conservación del Mar Caribe es un mandato de suma importancia para la AEC. Únete al Día de la Tierra este 22 de abril.

Sobre la AEC

La Asociación de Estados del Caribe es la organización para la consulta, la cooperación y la acción concertada en la esfera del comercio, el transporte, el turismo sostenible y los desastres naturales en el Gran Caribe. Sus Estados Miembros son Antigua y Barbuda, Las Bahamas, Barbados, Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, República Dominicana, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, México, Jamaica, Nicaragua, Panamá, St. Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, y Venezuela. Sus Miembros Asociados son Aruba, Curazao, (Francia, en nombre de Guyana Francesa, San Bartolomé y San Martín), Guadalupe, Los Países Bajos, en nombre de Bonaire, Saba y Sint Eustatius, Martinica, Sint Maarten, Islas Turcas y Caicos.